AUTOCONTROL: herramienta básica de la Calidad.
Autocontrol: es un control realizado por el propio Operario,
del trabajo que él mismo realiza; siguiendo unas reglas especificadas. (Extracto ISO 8402).
La herramienta del autocontrol, puede aplicarse a todas las
actividades de fabricación que se realizan de forma manual.
Cada Operario controla el conjunto de operaciones que él
realiza y señala / marca los problemas encontrados para poder ser tratados; por
ejemplo a través de un retoque.
Los problemas encontrados pueden ser sobre la forma de
ejecución de las propias operaciones realiza; dando esto lugar al estudio del
modo operatorio para ver si procede su modificación o incluso puede conllevar
la puesta al dia de la formación al Operario.
Los problemas puestos de esta forma en evidencia por el
autocontrol; son tenidos en cuenta por el modo general de tratamiento de
problemas de la Empresa.
En resumen; el Operario es el responsable de
las operaciones que él realiza sobre el producto y por lo tanto esta responsabilización,
le hace partícipe de la mejora de los resultados globales del Sector y de la
Empresa a la que pertenece en términos de: Calidad, coste y plazos.
Cuando el autocontrol se realiza de forma correcta y todo
funciona bien; esta responsabilidad permite:
- Sobre la Calidad: un control más performante, un
retoque más eficaz y hacer vivir y
funcionar una metodología viva de resolución de problemas en la Empresa,
Fábrica o Sector.
- Sobre el Coste: Reducir los rechazos, los retoques y
las selecciones.
- Sobre los Plazos: Respetar los tiempos de flujo y
disminuir el volumen de retoques y el tiempo dedicado a ellos y por lo tanto
los tiempos de espera de salida al cliente de los productos.
Como todas las herramientas de la Calidad; el Autocontrol, tiene
también sus principios de gestión:
1. La verificación.
2. La alerta.
3. La reactividad.
4. La animación de la propia gestión de
autocontrol.
1.
El principio de la verificación:
El Operario controla él mismo sus
operaciones; por lo tanto hay que dotarle de la información necesaria
suficiente y precisa y debe quedar reflejada de forma explícita en la hoja de
operaciones, método operatorio o como se denomine el documento del que el
Operario dispone para realizar sus operaciones.
2.
El principio de alerta:
Un defecto detectado en el inicio o
lo más próximo al punto donde se ha realizado la operación; puede ser eliminado
en algunos segundos. Si ese mismo defecto se detecta al final del proceso de
fabricación; puede llevar muchas horas el retocarlo. Con un riesgo añadido, que
por el mero hecho de retocar se puede introducir otros defectos inexistentes y
que solamente encontrará el cliente.Por estos motivos es necesario alertar lo más rápidamente posible y la Línea Jerárquica debe asegurarse de que el Operario lo hace.
3. El principio
de la reactividad:
Reactividad hacia el producto
INMEDIATA; debe asegurarse de que el retoque del producto se
efectúe en el lugar más próximo al de la operación mal realizada o que quede perfectamente señalado para
el posterior retoque si no ha podido ser retocado “in situ”.Reactividad rápida hacia el puesto de trabajo; debe revisarse el puesto de trabajo para versificar si se producen grandes defectos, defectos repetitivos o que ocasionan molestias importantes al Operario; por eso debe hablarse con el Operario, que seguro apreciará el interés por mejorar el puesto.
Formalizar la reactividad; implica actualizar el documento que utiliza el Operario para visualizar las operaciones que debe realizar en el puesto.
4. La
animación de la propia gestión de autocontrol:
La animación del autocontrol sirve
para:
Ø Avanzar en el progreso.
Ø Favorecer la motivación de los
Operarios (mejora de los puestos de trabajo).
Ø Mantener la unión con otros sectores
de la Empresa ligados a los puestos de fabricación.
La animación del autocontrol; debe
realizarse de forma visual, para que de ese modo el Operario puede ser
informado y puede él mismo informarse a la vista de los indicadores de avance y
mejora del autocontrol.